viernes, 31 de julio de 2009

Por un momento... lejos de todo...


Venia de tener unas mini vacaciones de unos 6 días con unos amigos en la costa, esas vacaciones que no haces nada mas que comer chatarra, reírte y disfrutar de no hacer un joraca.
De ahí mis amigos se volvían y yo iba a encontrarme con mi novia en otro punto de la costa, en la casa de la pareja de mi vieja, con el cual me llevo muy bien por cierto, nos quedábamos un día solos en la casa y al día siguiente llegaba mi vieja con el Tano, (la pareja de ella) y dueño del condominio.
El tano fue siempre Guardavidas y se desempeño de eso cuando joven, ahora, además de ser Kinesiólogo es profesor en una de las tantas escuelas de Guardavidas que hay en provincia.
Hice la aclaración previa por lo siguiente, cuando llegan,(mi vieja y el tano a la casa), onda 17 Hs. hablamos, tomamos y tomamos unos verdes, cuando de repente el tano me mira y dice, tengo ganas de nadar… vamos? A lo que yo respondo donde?... es decir estábamos en la costa, costa = mar… yo hice esa pregunta justamente para ahorrar un poco de tiempo y pensar en lo que me estaba preguntando.
Por otra parte, yo nade en pileta climatizada por dos años, pero a esa altura hacia ya mas de 3 años que no hacia nada, salvo jugar al futbol y salir a correr de vez en cuando… sumado a los 6 días que había estado con amigos llevando una vida totalmente sedentaria y con muy malos hábitos alimenticios…. No me veía con estado físico como para afrontar semejante propuesta…
Volviendo al tema, el tano me responde… como donde? Al mar… donde mas?
Sorprendiéndome a mi mismo le respondí con total seguridad, vamos dale, como loco mientras las palpitaciones aumentaban por la ansiedad y el temor a lo que me estaba por enfrentar.
El tano agarro su torpedo (salvavidas con forma de torpedo), el naranja típico que usan los Guardavidas actuales digamos… y salimos para la playa.
Ya en la playa, mire al mar y por primera vez lo vi desde otro ángulo, no se porque… sentía que me iba a enfrentar a algo, algo que nunca me hubiera imaginado que iba a hacer…
Ya con el agua por la cintura, el tano me dice, "mira que en cualquier momento no vas a hacer mas pie… ahí es cuando empezamos y no paramos… para pasar la primer rompiente tenemos que nadar fuerte y sin parar…" eso ya me puso mas nervioso, pero sentía muchas ganas de hacerlo, empecé a no hacer pie y a nadar primero tranqui… y después mas acelerado!, pasamos la primera y la segunda rompiente de la misma forma… ya a unos 400 Mts. de la costa el Tano me dice, tas bien? Paremos un toque… en ese momento lo único que me pasaba por la cabeza era no cansarme ahora! Y otra… que no me toque nada los pies porque quedo seco acá…. Como es sabido no se veía nada para abajo…
Pare de dar brazadas y sentí el silencio mas hermoso que “escuche” en mi vida… solamente las olitas del mar pegando en mi cuerpo… nada mas que eso, el mar estaba tan calmo que parecía una pileta en el lugar donde estábamos… lo que era mas gratificante es que no me sentía cansado, podía disfrutar del momento, miraba hacia el mar y no se interponía nada entre mi visión y el horizonte… fue un momento único… un momento en contacto conmigo mismo… introspeccion pura...
Todo en ese momento dependia de mi mismo...
Al darme vuelta y mirar hacia la costa veía la gente diminuta, distante, las carpas imperceptibles… me sentía lejos del mundo, me daba esa sensación, tal cual… lejos de todo y de todos por un instante… y lo mejor es que lo había logrado por mis propios medios, sin ayuda de nadie…salvo la confianza que tenia en ese momento en el Tano, no se si lo hubiese hecho con otra persona… fue una de las experiencias mas hermosas que tuve, hasta ahora, en mi vida…
En total fue una aventura que duro una hora y monedas… si, una hora y monedas nadando sin parar, pecho, crol, perrito… pero nadando y nadando, ayudado por la voluntad que tenia de hacer algo diferente….
Gracias Tano

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